José Ricardo Borrero Álvarez, nació en El Gigante el 24 de agosto de 1874 y muere en Bogotá el 11 de mayo de 1931. La familia Borrero Álvarez pronto se traslada de su hacienda en El Gigante a otras en Aipe y Villavieja donde el maestro pintaría varios de sus cuadros.
Cuentan que de niño al ver pasar un vapor por el río Magdalena lo pintó en la pared encalada de su casa lo que le valió una gran reprimenda. Por aquellos tiernos años sus amigos le llamaron cariñosamente el Tuerto Borrero, debido a una meningitis que afectó su ojo derecho, pero no su visión.
Estudió en el Liceo Santa Librada de Neiva y obtuvo finalmente el grado de bachiller en 1893 en el Colegio Mayor Ntra. Sra. del Rosario de la capital colombiana. Terminados sus estudios ingresa en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Bogotá; finalizado ese año viaja al viejo continente donde es estudiante en academias de arte de Sevilla y París, para luego pasar una temporada en Italia.
El maestro retorna al país donde expone en importantes salones nacionales; también por esta época frecuenta salir a las periferias para pintar al natural. En 1902 es nombrado profesor de paisaje en la nueva Escuela de Bellas Artes, donde permanecería por 18 años. En 1910 contrae nupcias con Ernestina Bernal una de sus alumnas, sin dejar descendencia. En 1918 le nombran director de la Escuela de Bellas Artes, cargo que abandonaría seis años más tarde luego de recibir fuertes críticas a su gestión.
En 1929 finalmente recibe la medalla de oro por sus pinturas de paisajes en la Exposición Iberoamericana de Sevilla, para pasar luego al olvido junto a toda la generación de naturalistas que enriqueció el arte nacional de esa época.
Según el reconocido crítico de arte Eduardo Serrano si alguien en la historia del arte colombiano merece el apelativo de “artista profesional” es Ricardo Borrero Álvarez entre otras razones por su dedicación y devoción por la pintura, su labor docente y, sobre todo, la gran aceptación de que gozó siempre su trabajo